
Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción (Una habitación propia)
El lector que haya intimado con las severidades del trabajo de redactar no necesitará pormenores: cómo escribió y le pareció bueno; releyó y le pareció vil: corrigió y rompió; omitió; agregó, conoció el éxtasis, la desesperación: tuvo sus buenas noches y sus malas mañanas; atrapó ideas y las perdió; vio su libro concluido y se le ´borró; personificó sus héroes mientras comía; los declamó al salir a caminar; rió y lloró; vaciló entre uno y otro estilo; prefirió a veces el heroico y pomposo; otras el directo y sencillo... y no llegó nunca a saber si era el genio más sublime o el mayor mentecato de la historia (Orlando)
No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente.
Sí, siempre mantened los clásicos a mano para prevenir la caída.
Escribir constituye el placer más profundo, que te lean es solo un placer superficial.
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