El cisne.
Cristina Pumar
Ojos grandes. Sin expresión alguna. Pelo
rubio recogido en un moño. Los labios dibujan una fina linea sobre la cara. La
nariz cortante. Los pies tocan el suelo. Se mueve al murmullo de la música. La
tela blanca se enreda entre las piernas. El cisne. Majestuoso y mejor que los
demás. Una imagen. Un rumor. Una mentira. Nadie ve que está rota. Nadie ve
detrás de la máscara, solo su belleza, sus gráciles movimientos. Siempre ha
tenido que hacer lo que otros pretendían. Una marioneta sin hilos. ¿Qué pasa si
mantienes un animal libre en cautividad?
Entre el relato y la prosa poética, este pequeño texto de Cristina, que es nueva en el taller y que en poco tiempo ha dado un gran salto. Que le crezcan también alas y que alce el vuelo lejos.
ResponderEliminar¡Muy bello! Imaginé a la bailarina y al ave y he quedado extasiada.
ResponderEliminarBravo. Y bravo. Me gusta muchísimo tu concisión. La sugerencia que expresas sin palabrería. El "aire" que se lee entre líneas.
ResponderEliminarEl silencio de tu texto completando las palabras.
Bravo, repito.